EL VIAJE DE LAS HOJAS

A veces, mientras visito alguna exposición, me paro delante de alguna de las imágenes a pensar si de verdad el fotógrafo buscaba ese resultado o si se tropezó con aquello por casualidad. Hay gente que dice que la suerte no existe y, en efecto, no es más que un concepto creado por el ser humano para explicar todos aquellos acontecimientos en los que no participamos pero que nos benefician por algún motivo. Y la pregunta que a mí me surge siempre es ¿Podemos vivir sin suerte? ¿Podemos acercarnos a nuestros objetivos de manera completamente metódica y analítica sin depender de esas oportunas casualidades?

Leaf journeys. © Brooks Jensen

En creatividad, y al margen de lo bonito o espectacular del resultado final de una obra, intentamos no depender demasiado de esos golpes de fortuna, debemos esforzarnos por utilizar nuestras herramientas de la manera más eficaz posible para encontrar nosotros mismos los resultados deseados, sin necesidad de sentarnos a esperar a que ocurra algo que dé sentido a nuestra espera. No me imagino a un escritor mirando una página en blanco durante horas con la esperanza de que el papel le susurre una buena historia.

Leaf journeys. © Brooks Jensen

Repasando los siempre interesantes artículos de Brooks Jensen, me encuentro con uno de esos pequeños proyectos que contiene una de las virtudes que debe tener una persona creativa, la capacidad de ordenar nuestra memoria visual creando las conexiones necesarias entre distintos recuerdos para generar nuevas ideas. Yo he caminado por infinidad de bosques, he cruzado millares de arroyos y he fotografiado el otoño cada vez que he tenido oportunidad, pero casi siempre he caído en la tentación de agrupar distintos elementos del paisaje para conseguir resultados más vistosos. Nunca me había parado a pensar cuál es el camino que sigue un solo elemento de ese paisaje, en este caso las hojas, al margen del resto de piezas que conforman ese puzle visual.

Leaf journeys. © Brooks Jensen

He hablado en muchas ocasiones de mi pasión por los detalles pequeños, por los reflejos, por las formas caprichosas y por los momentos efímeros, esos que si te los pierdes, ya no vuelven. Todas estas enseñanzas que descubro en los libros y artículos escritos por mis fotógrafos favoritos, las iré ordenando esmeradamente en esas imaginarias estanterías donde el cerebro almacena mi memoria, con la esperanza de poder generar en un futuro las conexiones necesarias entre esos recuerdos y los diferentes estímulos que sacudan mis sentidos, para poder decir algún día que, sin depender de la suerte que ahora me acompaña en muchos de mis viajes, soy tan creativo como ellos. El camino es largo y puede dar un poco de pereza, pero hay que empezar a recorrerlo.

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2 respuestas a EL VIAJE DE LAS HOJAS

  1. Clara dijo:

    Me encanta!! “ Cuál es el camino que sigue un solo elemento de ese paisaje, en este caso las hojas, al margen del resto de piezas que conforman ese puzle visual”
    ???

  2. Maite dijo:

    Sensaciones, eso es lo que producen estas fotografías y cualquier modo de creatividad hace que se conecten las neuronas provocando en nosotros cambios de estado de ánimo, cambios en la percepción de la realidad, emociones, un remolino de emociones

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