El telescopio espacial Hubble ha cumplido 30 años esta semana. Fue puesto en órbita el 24 de abril de 1990 y su nombre hace honor a Edwin Hubble, el astrónomo que planteó en los años 20 del siglo pasado la teoría de que el universo se extendía más allá de nuestra galaxia, que la Vía Láctea era solo una más entre muchas otras y que el universo está en continua expansión. Como no soy astrofísico y no sé cómo funciona semejante cacharro ni sabría explicar lo que es una nebulosa, una estrella azul o una interacción gravitacional, me limitaré a dar el dato del aniversario y a disfrutar con algunas de las bellísimas imágenes que el telescopio ha captado a lo largo de su excitante vida.
El Hubble tiene forma de cilindro, mide 13 metros de largo por 4 de diámetro y pesa 11 toneladas. Al igual que la Estación Espacial Internacional, transita la exosfera, la zona más exterior de la atmósfera a 593 kilómetros sobre el nivel del mar y tarda 96 minutos en completar su órbita alrededor de la Tierra. A lo largo de estos 30 años se han producido 5 misiones de servicio para reparar piezas dañadas o instalar nuevos equipos, mejorando la capacidad de su instrumental. El 25 de diciembre de 2021 está previsto el lanzamiento de su sucesor, el telescopio James Webb, que está siendo construido conjuntamente por la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense.