El nombre de Andrés Rábago García puede que no suene a más de uno, pero sus ilustraciones y viñetas nos han acompañado durante más de 50 años en multitud de medios impresos hasta situarle entre los humoristas gráficos más importantes de nuestro país. Con cualquiera de sus tres seudónimos, OPS, El Roto o simplemente Rábago, el genial dibujante satírico ha plasmado la realidad de muy diversas maneras, siempre desde un punto de vista reflexivo y crítico con las contradicciones de la sociedad. La exposición, bajo el nombre de OPS, El Roto, Rábago. Una microhistoria del mundo se puede visitar en la sala Goya del Círculo de Bellas Artes de Madrid hasta el domingo 7 de mayo. La entrada tiene un precio de 5 euros.
La obra que ilustra el cartel de la exposición. © Andrés Rábago
Andrés Rábago junto al comisario de la exposición Óscar Curieses. © José Luis Roca
Andrés Rábago nació en Madrid en 1947 y comenzó a publicar viñetas en 1968. De formación autodidacta colaboró con numerosos medios impresos como La Codorniz, Ajoblanco, La Estafeta Literaria o El independiente. A partir de 1978 inicia su participación en revistas del mundo del incipiente boom del cómic adulto, como El Jueves, El Cuervo y Madriz. También ha ejercido como guionista, escenógrafo y pintor. Manteniendo a lo largo de los años su mirada sarcástica, se identificó siempre con la célebre frase de Bertolt Brecht: “el arte no es un espejo para reflejar el mundo, sino un martillo para transformarlo”.
Una de las obras de la exposición. © de la fotografía: José Luis Roca
Andrés Rábago en un momento de la inauguración. © José Luis Roca
La muestra reúne más de 200 piezas agrupadas en bloques que corresponden a cada uno de los tres seudónimos que el autor ha utilizado en diferentes épocas y para diferentes disciplinas o, explicado de otra manera, que corresponden a cada una de sus tres personalidades artísticas. OPS para sus viñetas sin palabras, realizadas durante los últimos años del franquismo. El Roto para su obra desde mediados de los años 70, con un fondo muy crítico con el poder y una constante denuncia de los abusos de los gobiernos, de los conflictos del neocapitalismo y de la deriva de la sociedad digital. Y el tercero, Rábago, para su obra más reciente como pintor.