De vez en cuando me dejo caer por la web de la agencia Magnum en busca de las particulares miradas que tienen los mejores fotoperiodistas del mundo sobre la convulsa agenda de acontecimientos que inundan las portadas de los grandes diarios internacionales. Siempre me ha gustado la libertad creativa que brindan a sus fotógrafos y la ingente variedad de estilos y técnicas con los que puedo deleitarme, ahorrándome además las bochornosas proclamaciones propagandísticas que nos intentan colar a diario los medios de comunicación. Me asombra la capacidad que tienen estos artistas de la imagen para contarnos historias de manera objetiva, transmitiendo emociones sin escuchar a los implicados, sin sentir el ruido de fondo, sin intentar reclutarnos para la causa interesada de alguno de los protagonistas. Aprovecho que estoy ojeando el libro Durmiendo junto al Misisipi de Alec Soth, de la agencia Magnum, para mostraros algunas de las imágenes de este proyecto.
Faltan poquitos días para las elecciones generales en Estados Unidos y siempre me ha llamado la atención la exaltación del orgullo patrio que tradicionalmente inyectan sin tregua los republicanos en los habitantes de los dispersos estados del interior, de la llamada América profunda o como se escucha a veces, “la tercera costa”. Me voy a la Wikipedia mientras disfruto del libro para buscar algunos datos geográficos del río Misisipi y le voy dando valor a la dimensión del trabajo que tengo en las manos, aunque en el libro solo aparezca una selección de 46 imágenes. El río tiene casi 4.000 km. y atraviesa 10 estados. Como siempre siento envidia imaginándome al fotógrafo mientras carga el equipo en el coche y metiendo en el casete una cinta de Johnny Cash, dispuesto a recorrer el Misisipi de norte a sur, con la idea de retratar la esencia del conservadurismo en paisajes inertes, individuos que nunca viajaron y detalles lúgubres que, a lo largo de interminables carreteras repletas de moteles baratos y casas fantasma conectadas por caminos muertos, dan color y sentido a una manera de entender la existencia, en la que los niños aprenden antes a limpiar un arma que a lavarse los dientes.
Impresionante!!
Gracias por traernos rincones e imágenes tan inaccesibles.
De alguna manera, estás fotografiando una escena y acercándonos a algo, que no nos cuentan en los telediarios…
Me encanta la forma en que lo haces, aunque no sea con tu cámara…