LA COMETA, CORTOMETRAJE DE MARTIN SMATANA

De vez en cuando me vienen recuerdos fugaces de aquellas clases de dibujo del colegio a las que después empezaron a llamar “pretecnología”, palabra horrorosa que nunca entendí. A mí me servía, junto con la clase de educación física, para subir la media de las notas, ya que era un desastre en matemáticas y en alguna otra materia soporífera que ahora no viene a cuento recordar. Siempre he admirado a esas personas que tienen una habilidad natural para algo en concreto, esas que hacen cosas sin esfuerzo aparente, que les sale de dentro, lo que llamamos “puro talento”. De todas las cosas que hacíamos en esas clases, yo disfrutaba especialmente cuando podíamos mancharnos las manos, los días en los que acababas con los dedos pegados entre sí tras componer un collage, o aquellos en los que amasabas arcilla para esculpir una figura que nunca se parecía ni remotamente a la idea que tenías en la cabeza. Luego con el tiempo me aficioné al cine y últimamente estoy disfrutando como un niño con esas maravillosas películas filmadas en stop-motion, hechas con una paciencia portentosa y en las que un grupo de virtuosos de todas esas habilidades que el profesor intentaba enseñarnos en clase, se juntan para componer una obra maestra que nos deja con la misma cara de asombro que se nos queda cuando un mago hace uno de sus juegos con una baraja de cartas delante de nuestras narices, sin que podamos adivinar el truco. Hoy quería hablaros del inmenso trabajo que hay detrás de 12 minutos de metraje en una de estas animaciones. He elegido La cometa del director eslovaco Martin Smatana, porque el resultado es una maravilla.

Cortometraje «La cometa». © BFILM

Cortometraje «La cometa». © BFILM

Este tipo de cortometrajes son muy difíciles de localizar y, fuera del circuito de festivales locales, son casi imposible de encontrar en los canales normales de distribución. Yo tuve la suerte de verlo y no dejé de indagar hasta que descubrí un video donde Martin Smatana y el resto de componentes del equipo de trabajo, explican todo el proceso de creación de este pequeño descubrimiento. Os pongo aquí el link para que alucinéis con la cantidad de trabajo que requiere cada minuto, cada segundo y cada fotograma en una de estas aventuras en las que se embarca las personas a las que más admiro, esas de las que hablaba antes, las del “puro talento”. Ahí va el link:

THE KITE – MAKING OF (VIMEO)

Esqueleto articulado para el personaje del niño. © BFILM

Collage para el paisaje donde se ubica la casa del abuelo. © BFILM

Martin Smatana delante del croma ultimando detalles. © BFILM

El responsable de este tierno cortometraje en el que un niño visita a su abuelo en su casa de campo es Martin Smatana, que nació en 1991 y estudió Animación en la Escuela de Cine de Praga. Tras el éxito de “La cometa” en distintos festivales está ya inmerso en su siguiente proyecto, otro cortometraje infantil que se llamará Hello summer y que lanzará en su propia productora independiente que está empezando a funcionar y a la que ha bautizado con el nombre de “Studio Bororo”. Yo le deseo toda la suerte del mundo y seguiré sus trabajos futuros con muchísimo interés, y como no puedo viajar en el tiempo para volver a aquellas clases de pretecnología y aplicarme un poco más, pues me resignaré y veré todas estas películas como espectador, preguntándome con cara de “pasmado” cómo es posible que se puedan hacer cosas tan bonitas. Lo repetiré una vez más por si no ha quedado claro, “puro talento”.

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